Respuesta a Luis
"Hombre, te haz olvidado de poner tu nombre, el relato excelente, justo estamos planeando el viaje por el Acay con dos Bikers más, para el final de las lluvias. Nos agradaría muchísimo oir, vale es una forma de hablar, leer tus, vuestros consejos nuevamente felicitaciones y de que nacionalidad sois?"
Luis
24 de enero de 2007 14:4
Luis: tenés razón, mi nombre no figura y tampoco nuestra nacionalidad, Guillermo y somos Argentinos, ya mismo lo arreglo; gracias por lo de excelente, para nosotros fue divertido y tratamos de transmitirlo en la forma más fiel posible. El proyecto para después de las lluvias y antes del frío, primavera y otoño son los momentos ideales, lo de consejos suena a mucho, preferible comentarios, a nosotros nos dio resultado: el entrenamiento constante, la buena alimentación, obtener datos de la zona, etc. Si necesitás algo específicamente escribí y te contestamos, espero más rápido, perdón por la demora saludos Guillermo
Respuesta a Martha
"estuve leyendo el viaje del abra del acay en cicloturismosinapoyo y queria saber cual es la proxima salida, muy agradable el relato
Martha"
12 de febrero de 2007 11:24
Martha: Siempre hay un proyecto, una próxima salida, el problema es que los lugares son infinitos, Argentina es enorme y hermosa, surgen ideas a montones, propuestas y demás. En cuanto definamos la próxima, la vamos a publicar con detalles de la preparación, prometido, Gracias y saludos Guillermo
06 julio de 2008 19:53
Gracias Andy, el desafío fue más psicológico que físico, pero te cuento que llevamos una ventaja con respecto a Fer, Juan Cruz y vos, Ustedes subieron en auto de un saque (Supongo) y nosotros lo hicimos muy despacio porque nos costaba mucho pedalear. Eso nos dio tiempo para poder aclimatar, te aseguro que si suben respetando la regla de 800 metros de altura por día no te van a dar vómitos ni siquiera dolor de cabeza. Esa regla nos la pasó un amigo el Dr. Juan Mutti es Médico Deportólogo, Triatlhonista, te cuento cómo es: suben primero a 2.500 metros, allí pasan todo el día y duermen. Al día siguiente suben 800 metros más o sea hasta 3.300 MSNM otra vez lo mismo hacen treking (o sea caminan, pasean) y duermen a esa altura. Al día siguiente igual pero a 4.100 y al otro te mandás a los 4.900. te puedo asegurar que te sentís como en casa, Me gustaría confirmar si es cierto que subieron de una y que treparon mucho más de 800 metros en un día, si es así no es el Abra del Acay tu límite de altura.
Un abrazo a los tres Guillermo
sábado, 17 de febrero de 2007
martes, 23 de enero de 2007
el cruce del Abra del Acay
En Tándem por el Nido del Viento Blanco
Setiembre 2006, Mar del Plata, Argentina
Unos meses antes planificamos con Eli el circuito. Consultamos a Tony Moreno un amigo con mucha experiencia en el Noroeste Argentino y en el Acay, Montañista, Andinista y Cicloraidista oriundo de Miramar; también a Juan Mutti Médico Deportólogo, Triatlonista, Ironman “ista” conocedor del comportamiento en altura con exigencia deportiva; ambos amigos nos dieron consejos muy útiles, que pusimos en práctica y fueron muy bien aprovechados. Para ellos, nuestro agradecimiento.
El entrenamiento fue el mismo de siempre, como para otros viajes solo que un poco “bastante” más intenso, varias salidas semanales en bici de 100, 150 Km. A veces un poquito más por día, algunas buscando distancia, otras velocidad, con carga o libre, por asfalto, por tierra, arena, barro, ripio, por las sierras, la subida de Batán, o la de Playa Grande “diez pasadas en 4 minutos c/u” solía decir Jose Mutti, que colaboró mucho con el entrenamiento, especialmente con el mío, fierros mediante; muchas gracias. A todo le agregamos un trote diario de 6 Km. por la reserva a las 6 de la mañana, buena comida nada diet ni Light, y por supuesto buena Cerveza artesanal Zur Wald. (La buena hidratación es fundamental).
Fue de gran ayuda el apoyo de familiares y amigos con frases de aliento como estas:
“Ustedes están limados”
“Yo que vos me voy en auto, cargo la bici, paro donde se me dá la gana, pedaleo un poquito y sigo con el auto”
“Locos de M…….”
“Por que no se van en el tren a las nubes, se alquilan dos Mountain Bike, y así se sacan el gusto”
“No sería mejor dos bicis y una 4X4?, yo digo, ¿no??”
“Vos sos loco pero tu jermu te gana”
“Es una locura la soledad, el frío a la noche, no hay un alma, no hay señal de celular, la Altura…,te quiebra, te quedás sin resto, si a nosotros en el Land Rover Discovery nos faltaba el aire, nos moviamos muy torpemente, no me quiero imaginar en bici”
“Ojo con la Puna…, OJO!!…”
También muchas gracias, por el aliento… (aliento a Momia)
Ahora la presentación del proyecto:
Se trata de alcanzar el Abra del Acay oficialmente 4.895 MSNM (Metros Sobre el Nivel del Mar) según varios GPS (Geo Posicionador Satelital) más de 5.000 no importa la cuestión es cruzarlo. Supera la montaña más alta de Europa, el Mont Blanc en 100 mts. Es el paso rutero más alto de América, 500 mts. Más alto que el de La Polvorilla del Tren a las Nubes. 48% menos Oxígeno que en Mardel y además, La Puna.
La Idea:
Ir en bus a Salta 1.190 MSNM, aclimatarnos, subir hasta Humahuaca 2.939, por el Abra de los Condores 4.000 llegar a Iruya 2.780 regresar en bus a Salta, para no hacer dos veces el mismo recorrido, y poder pedalear siempre por un lugar diferente. Luego a San Antonio de los Cobres 3.800 por el Abra Blanca 4.080 y de Cobres al viaducto La Polvorilla 4.400 este es el famoso puente, punto más alto del Tren a las Nubes, éste viajaba con dos médicos y por vagón llevaba un enfermero con Oxígeno y Coca para atender a la inmensa cantidad de turistas que se descomponía por la altura.
Averiguar en Gendarmería de Cobres por el estado del tiempo en montaña, comprar víveres y agua para 5 días y partir con buen clima para encarar, la subida al Abra del Acay 4.895 el llamado “Aconcagua de los cicloraidistas”.
Sigue el descenso a La Poma 3.015 Cachi 2.210 la Cuesta del Obispo 3.348 regresando a Salta por la Quebrada de Escoipe 1.910 para luego salir de allí hacia Cafayate, subir al Infiernillo 3.000, Tafí del Valle Tucumán y terminar en Tafí Viejo. Fín del recorrido, con un estimado de 1.300 Kms y 34 días para disfrutarlo.
La Realidad:
Salimos de Mardel el Viernes 8 de Setiembre de 2006 a las 1330 hs y llegamos a Salta el Sábado a las 1630, armamos la tandem y rodamos tres cuadras hasta el hostel Inti Huasi (casa del sol) nos acomodamos, y fuimos a dar una vuelta por la ciudad, hermosa, apacible, segura, con linda gente, acogedora.
Al otro día city tour, San Lorenzo, cerro San Bernardo, el parque y en la cena conocimos a Natalia que atendió nuestra mesa en el restaurante “La Chueca”, charlando nos contó que el próximo viernes era la fiesta del Señor y La Virgen del Milagro, que venían los Peregrinos de todas partes por la ruta de la Cuesta del Obispo de hasta 380 Km. A pie, en bici en procesión con sus virgencitas a cuestas. Desde La Poma, Cachi, Payogasta, etc.
En la sobremesa, postres regionales mediante, decidimos por unanimidad cambiar el orden del recorrido, o sea, ir primero por la Cuesta del Obispo a buscar a los Peregrinos que venían bajando; para “darles aliento” y nosotros seguir subiendo. Continuar hasta Cachi, La Poma , subir el Abra del Acay para luego bajar a San Antonio de los Cobres y volver a Salta. Quedando el primer recorrido; el del Norte en segundo lugar y el más exigente, el más alto hacerlo primero. Ojalá (que significa “que se haga la voluntad de Dios”) fuera suficiente entrenamiento y aclimatada en altura. La Cuesta del Obispo 3.348 MSNM. Con el recorrido anterior teníamos Abra blanca 4.080, Abra de los Cóndores 4.000, San Antonio de los Cobres 3.800, Viaducto La Polvorilla 4.400, además la subida desde Cobres parte de 3.800 a 5.000 la ascensión es de 1.200, mientras que desde La Poma 3.000, a 5.000, es de 2.000.- en igual distancia 46 Km.
Los votos habían sido dos a favor ninguno en contra así que, después de dos tecitos de coca y una caminata por el Parque de 12 cuadras nos fuimos a dormir. Al otro día salimos a las 0830 en busca de la ruta 68 y a la altura de Cerrillos nuestra primer pinchadura, parche y pedal hasta La Merced donde almorzamos seguimos y doblamos por la ruta 33 y al pasar 5 Km después de Chicoana con 45° C a la sombra y siendo las 1430 reventamos la cubierta delantera, una Michelín Francesita, hermosa, que tenía tan solo 4.500 Km, el cruce de los Andes, San Juan y todo el entrenamiento del invierno, según dicen los que saben, amortizada. Otra cámara y manchones más suplementos nos permitieron regresar a Chicoana en búsqueda de una bicicletería, llegamos a las 1620hs. El cartel decía abierto de 1730 a 1930 … el bicicletero llegó a las 1830 nos tuvimos que apurar porque ya cerraba, tenía una única cubierta local media finita pero era lo que había. Ya resuelto el problema buscamos donde dormir y cenar a las 2130 estábamos por acostarnos.
Al otro día, Martes 12 a las 0620 hs. a la ruta, arrancamos de Chicoana (1.270 MSNM) y debíamos subir 600 mts. Para llegar a la Quebrada de Escoipe que tiene 1.900, nuestra primer trepada, luego de bastante esfuerzo y con suficiente cansancio cómo para llegar con lo justo fondeamos en el parador San Martín a 1.700 armamos la carpa en una galería, nos bañamos y cenamos empanadas, dos docenas, quesillo de cabra con miel de arrope y hasta mañana, dormimos como Lirones, pero Lirones del Norte (son más dormilones). Miércoles 0700 ya renovados y con muchas ganas de seguir (pero para Mardel), comenzamos a subir, el cartel decía 20 Km Piedra del Molino faltaban subir sólo 1.548 mts. Nos cruzamos con los peregrinos que bajaban a pie, nos dieron aliento, venían con sus virgencitas en hombros atuendos típicos, cantando, tocando Sicus y tambores ¡y danzando¡!!! O sea que no bajaban derecho lo hacían un paso a cada costado uno atrás y dos o tres adelante, según el ritmo.
Después, más adelante, bajaban en bicicleta más peregrinos de La Poma, Cachi, eran bicis de pueblo que bajaban frenando y derrapando algunos con sandalias de cuero, pateando piedras con los dedos de los pies, parecía una carrera de mountain bike por la velocidad y la destreza con que hacían el descenso.
A las 1730 llevábamos hechos 18 Km. Acampamos en un llano de unos 20 mts. Llamado “El Descanso del Peregrino” a 3.200 MSNM. Pedaleamos desde las 9 hasta las 1630 y sacando el tiempo de almuerzo, descansos, fotos, juntar agua y lavarse nos quedó un tiempo de pedal real de 4 hs. Según la ciclocomputadora, a la noche el reloj marcó 3 grados bajo cero, pero no sentimos frío y dormimos de un tirón. Al día siguiente, desayunamos desarmamos el campamento y comenzamos a subir, llegamos al mirador, donde nos fotografiaron varios turistas, como si pertenecieramos al paisaje, pedimos un poco de agua, y nos regalaron un montón de botellitas, todos querían colaborar luego de unas trepadas màs llegamos a Piedra del Molino, 1217 hrs. Hicimos cumbre (de ruta), rezamos, pusimos piedras en la típica Apacheta (Los apachetas son montículos de piedras, levantados en honor a la Pacha Mama, la madre tierra. Es habitual encontrarlos en los caminos altiplánicos de Chile, Argentina, Perú y Bolivia. Cada vez que se llega a un Apacheta se deposita una o más piedras junto con un regalo, que pueden ser hojas de coca u otro, en señal de respeto al espíritu que allí habita. El caminante pide entonces protección y salud para continuar su viaje, y evitar las desgracias (chiknis) de su camino.Los apachetas se encuentran ubicados en senderos y caminos cordilleranos. Sus tamaños son diversos: van desde pequeños, hasta gigantescos montículos de piedra, como es el caso de la apacheta del abra del Acay, una de las más grandes conocidas en Los Andes. extraìdo de: http://revista.serindigena.cl/julio03/memoria.htm)
También está la hermita con una Virgencita, una cruz y el cartel con la altura 3.348 MSNM Fotos y a bajar! Nos largamos sin pedalear y sin frenar 1305, el camino, a la miseria tenía un serrucho que parecía una motosierra, así que a frenar y tambíen a pedalear, en 1 h 05m llegamos a la recta del Tin Tin, bajamos bastante recatados; esta recta fue construída por los Incas, usando fogatas para su alineación, integraba el famoso “Camino del Inca” y cuando los Ingenieros actualizaron el trazado, para pavimentarla se encontraron con la sorpresa que ambos no diferían ni en 1 cm en los 12 Km. Que tiene la recta y además confirmaron que era el lugar más adecuado para una carretera. A las 1530 entramos en Payogasta (Poblado Blanco), almorzamos unas empanadas fritas, hacía tanto que no comíamos empanadas que pedimos 24, en el descanso emparchamos las cuatro cámaras revisamos cadenas, rodamientos, etc. Como eran las 1830 y la hostería muy bonita decidimos quedarnos a dormir, cenamos Chivito con papas porque las empanadas podían ser pesadas de noche. A la mañana siguiente, desayunamos y reparamos la bolsa de dormir que se le habían salido dos cierres del tope, le pegamos una revisada a la bici en general, paseamos por el pueblo y a las 1200 partimos rumbo a Cachi con viento sur fresco, en 1 hora llegamos a destino para almorzar, tamales y locro para poder pasear por la vera del río hacia el Nevado de Cachi, la Iglesia, el Museo y las artesanìas; al otro dìa fuimos con Guillermo Vilca a conocer las Pailas y las ruinas Incas, volvimos al pueblo para bajar las fotos al CD, “casa de herrero cuchillo de palo” se borraron todas de la memoria de la máquina, conclusión trabajé horas extras hasta las 2330 en un ciber, bajando un soft recuperador de smart media con la amable ayuda de Emiliano el Técnico obtuvimos un 97 % de éxito nos fuimos a dormir y retomé la vida tranquila del NOA. Día siguiente, muy temprano nos preparamos para salir rumbo a la parte más importante de nuestra aventura, encarar la subida al Abra del Acay. Cenamos y disfrutamos de la peregrinación local del Señor y la Virgen del Milagro al llegar al hotel el conserje nos avisa que un Inglés en bicicleta pregunta por nosotros, vamos a la calle y luego de las presentaciones David nos pregunta si vamos rumbo al Acay y si podemos hacerlo juntos, por supuesto, es la respuesta y quedamos en salir mañana a las 9 después de desayunar. Al otro día salimos rumbo a Payogasta nuestra primer parada, en busca de unas empanadas que nos había prometido Don Alfonso Guaymas el dueño de la Hostería, nos las regalaba para encarar la trepada con más energía. David, nos contó que trabajaba como Cheff en Australia y que venía de pedalear por China, Asia, Nepal, que había cruzado el paso de Khunjerab y quería cruzar, también en bici, el más alto, el Abra del Acay, Por aquel había pagado unos cuantos dolares, por éste no pagaría nada. Pedaleamos una hora por un ripio agradable con un hermoso paisaje, nada más ni nada menos que el vergel de la pequeña Cuzco, como llamaran los Incas a la zona de Cachi – Payogasta allí nos esperaba Don Alfonso con dos docenas de empanadas recién fritas, hicimos los honores del caso, desayunamos y seguimos, hasta Palermo donde nos las comimos todas, en la casa de Anastasia Diaz, continuamos subiendo de 2.400 a 2.800 donde un cardo desparramado entre el ripio nos pinchó la trasera, demoramos 48 minutos para repararla, Meta pedal y subida, comenzó a refrescar y al bajar el sol, llegamos a La Poma a las 2030 hrs. Hechos papa después de sólo 60 Km. pero otra vez a 3.000 MSNM fuimos a lo de Miguel y Margarita Mamani que nos esperaban con el calefón lleno de leña y milanesas con papas fritas y huevos fritos, nos bañamos y cenamos porción doble. Después del postre Margarita nos preparó dos tecitos de coca y luego nos reunimos con los Caciques del Acay a debatir sobre la ruta y el clima que según decían no había oscurecido bien y podía amanecer peor, ventoso y frío, eso en altura puede ser peligroso el viento sopla a más de 150 Km/h y la temperatura desciende bruscamente. Si consideramos que en un día normal de 30º a los 5.000 mts. A la misma hora la temperatura es de 3º bajo cero, sin viento, suerte que al medio día Salta en superficie tiene temperaturas de 45º por lo tanto a esa altura tendremos 12º, la fórmula es sencilla la temperatura baja 2º por cada 300 mts de ascenso. Otro factor es que pedalear a más de 2.500 mts. Cuesta tres veces más que al nivel de la ruta 2 y el consumo de agua y comida se triplica, considerando que el apetito baja y a sed también se torna difícil mantener un equilibrio lógico. Después de otro té, nos fuimos a dormir.
Así fue amaneció frío, ventoso y con algunas nubes lenticulares, éstas presagian nevizca y vientos fuertes en altura, aceptamos el consejo y nos quedamos un día más. Parecía dudoso que al otro día mejorara, cosa que los expertos afirmaban unánimemente. Sucedió según lo previsto, mejor que el weather channel, amaneció excelente, saludamos a Margarita y Miguel Mamani, la noche anterior nos habíamos despedido de Héctor Diez Gomez y de Miguel, el que conocía la vívora de siete cabezas del Abra del Acay; todos ellos eran los expertos y nos aseguraron que tendríamos buen clima por tres o cuatro días, sin mucho viento ni temporal. Buen Prono y mejor augurio, “que la Virgencita los guíe y los acompañe”fue el de Margarita, que se había preocupado por la cantidad de milanesas que habíamos cenado el primer día, decía: “ la gente se apuna y la comida le cae mal, comieron mucho”, a mí lo que me cae mal es el hambre y las mila estaban riquísimas. Besitos y abrazos cariñosos y sinceros, David, con sus casi 2 mts de altura, miraba como extrañado, hasta que lo abrazaron a él y se ablandó un poco, para comentar más tarde, en inglés punoso (léase spanglish apunado) “qué gente querendona”. Pedaleamos duro de las 0930 hasta las 1310 hicimos 20 Km llegando a la escuela zonal del paraje El Saladillo con una altitud de 3.400 mts. Almorzamos junto con el maestro Santiago y algunos de los alumnos luego emprendimos la pedaleada a las 1530 ya la torpeza, el cansancio y la altura se hacían sentir, a tal punto que crucé un vado con las zapatillas puestas y me dí cuenta cuando se me helaron los pies, juntamos unos doce litros de agua de ese río ya que nos habían advertido que los dos próximos no eran potables, el Blanco y el Amarillo. David se adelantó y nos esperó en lo de Don Zerpa, Paraje La Quesera a 3.800 MSNM y tan solo 25 Km de La Poma, en dos horas subimos 400 mts, recorrimos 5 Km. y Cruzamos cuatro vados. David saludó y siguió hasta La Damiana debía subir 100 mts. En unos 2 Km, prefería dormir bajo techo. Nosotros armamos la carpa, cenamos “polenta a los cuatro quesos” dividido dos porque solo había queso de cabra y de vaca y la salsa era de tomate disecado, pero salió buenísima!, ¿sería la altura?, a las 1900 nos fuimos a dormir. Por la mañana del miércoles 20. desayunamos, desarmamos todo, sacamos fotos, saludamos y seguimos subiendo, cruzando vados helados, por supuesto sin zapatillas, pinchando, como era nuestra costumbre, inflar era un suplicio, peor que pedalear, ardían los músculos de los brazos, parecían tener vidrio molido adentro, las manos torpes hasta que al medio día el sol calentó un poco y almorzamos junto a una Yareta un árbol enano que parece un musgo, por lo abigarrado del follaje, crecen sólo a más de 3800 mts. La encontramos a Flavia (hija de Damiana) nos contó que David había dormido en la casa de la mamá, una casita de adobe de 3 x 4 mts y 1,50 de altura, a las 1540 llegamos a la casa de Flavia, ella llegó junto con unas llamas por la ladera de la montaña. La construcción era similar de adobe y piedras pero más grande, tenía comedor y una habitación. Cocinamos polenta y nuestra anfitriona tenía sopa de sémola con charqui de león (puma) y llama, compartimos la comida a la luz de una vela, en una mesita pequeña y sillitas como de jardín de infantes, escuchando la radio; luego nos dio unos cueros de oveja y llama para poner en el piso de tierra y cubrirnos, ella se llevó el mismo equipo y se fue a dormir al otro cuarto. Día siguiente se abre la puerta y aparece Flavia, con un hola..ahh! desayunamos, nos despedimos y emprendimos otro día más de subida estábamos en el Km 32 faltaban 14 para el Abra y debíamos subir 1.000 mts. Partimos a las 1000 hs. La temperatura era de 0 grado lo que ayer era agua hoy estaba todo congelado, al mediodía había subido a 14º parecía el caribe, el sol quemaba y comenzamos a poner en practica el pedal-treakking, obligados por la presencia de arena en el camino y piedras muy grandes que presagiaban porraso, así que parábamos nos bajábamos y caminábamos unos metros, volvíamos a subir y a pedalear otra vez, con mucha lentitud y torpeza a las 1630 estábamos a 4.600 MSNM y comenzaba a oscurecer, la temperatura había bajado abruptamente, 2 grados bajo cero, a pesar de tener un cielo diáfano el sol se ocultó detrás de los picos nevados y comenzó un vientito, aunque suave, bastante fresco, inmediatamente descendimos unos 600 mts de distancia, camino abajo, esto nos produjo una sensación de inmensa alegría, hacía mucho que no viajábamos a más de 10 Km/h y sin pedalear!! Rodar sin esfuerzo, ¡qué Líndo! Se acabó enseguida llegamos en un suspiro a los 4.500 mts. de altura armamos campamento en unas pircas que habíamos visto durante la subida. guardamos las caramagnolas en la bolsa de dormir, preparamos la cena queso, puré de papas deshidratado y sardinas, chocolate de postre y té de coca, comimos dentro de la carpa y dentro también de la bolsa, al revés del dicho sin prisa y con pausa, a las 1820 hs. Con tres pares de medias, dos calzas, remera, buzo, remera, campera, polar, dos gorros de pelo de llama y guantes; parecido a dos cebollas, dentro de la bolsa nos dispusimos a dormir; a las 0030 asomé el ocico por el cierre para ver si todo estaba en orden, parecía haber entrado en una cámara de frío, el termómetro del reloj de Eli, que habíamos dejado afuera, registró 15º bajo cero, medimos la temperatura en la carpa y era de 6º bajo cero dentro de la bolsa había 17º dormimos cómodos pero con bastante viento, el sobretecho gualdrapeaba como mayor de capa en tormenta, por suerte habíamos agregado algunas piedras al pircado y esto nos protegía, también los vientos del igloo estaban con varias piedras encima de las estacas esto ayudaba bastante, parecía querer correr la montaña. Recién cuando el sol pegó sobre la carpa pudimos salir.. de la bolsa ¿y de la carpa? Ni soñando, yo había salido a las 0714 estaba todo escarchado, helado, de color blanco azulado, foto, desagote rápido y adentro, soplaba un viento gélido, traté de no tocar los parantes ni la tela del sobretecho por la temperatura se tornan muy frágiles y se pueden romper. la pava estaba fuera de la bolsa, pero dentro de la carpa, llena de hielo prendí el calentador y desayunamos a las 0920, comenzamos a acomodar todo, puse el reloj arriba de una maderita y marcó 8º bajo cero, resulta que el pircado estaba al ras del precipicio en una saliente al costado del camino allí nos dimos cuenta que a escasos 4 o 5 metros se acababa el mundo, doscientos metros abajo el río helado sonreía, nos estábamos acostumbrando o las cabras nos contagiaron. Hora de pedalear, las 11 de la mañana, rumbo al cielo porque gracias a Dios no habia nubes, faltaban 3 o 4 Km y unos 500 mts. en altura. buscando una vincha recordé que la había dejado afuera, en la casa de Flavia y me la comieron las cabras, ¿por qué la dejaste afuera? Pregunta Eli, porque estaba chivada! Y el agua del río estaba muy fría a esa hora para lavarla. La ruta, que a esta altura es una huella, se torna difícil, con arenales, piedras que caen de la ladera, hielo, lajas con moho, todo un derroche de obstáculos muy bien puestos como para hacer más entretenida la subidita, que vista de abajo parece imposible de trepar. Hay que agregar que con las dos cubiertas Michelin con que salimos de mardel hubieramos andado bien pero la delantera la reventamos en Chicoana y la local que supimos conseguir no era muy adecuada para esta zona. Entre curva y curva recordamos un escrito que leímos de Tony que decía: “Raíd ciclístico a la antigua, no hay teléfono, ni radio, ni vehículo de apoyo, estamos completamente aislados de nuestro mundo cotidiano librados a nuestros propios recursos”. Cuanto de cierto, Artículo del diario Cronica del 12 de Julio de 2003 “en bicicleta a las nubes” referido al cruce del Abra del Acay. También cuenta que toda la zona, Acay incluído es el gran cementerio Inca.
Habíamos juntado 12 Lts. De agua para la subida y quedaban sólo las dos caramagnolas casi llenas o casi vacías, estaban por la mitad, ver el lado positivo de la cosa nos sirvió de mucho siempre y amén de estar casi llenas teníamos la ventaja de llevar unos once kilos menos de carga ya que nos habíamos tomado 11 Lts. de agua, qué bién! Estábamos subiendo nuestros cuerpos más los 18 Kg de la tandem, mas 52 Kg de equipaje ¡nada más! Aunque a estas alturas pesen como quinientos. Imposible moverse rápido y peligroso nos decía Don Alfonso, si falta el aire o se marean acuéstense boca abajo, hagan un hueco en la tierra y respiren lento y prolongado; Juan nos había dicho que nos pusiéramos en cuclillas respirando tranquilos y si no pasa bajar 500 mts. No hizo falta, pero gracias por el consejo. Los tramos de arena o de piedras sueltas eran a pie, el resto pedal y garra, llegamos a ver una V lo que parecía el Abra la ante ante ante penúltima cuesta, va la pregunta de rutina: ¿ Eli, cómo estás? Resp: cansada, pero bien, entera, uff!!, ¿querés que volvamos? Resp: ¡¡Estás loco¡, falta tan poco, subite que se terminó la arena. Contundente¡!
Viernes 22 1405 hs. Doblamos pedaleando una curva y detrás de la próxima subida la curva final YA!! Se vé La Apacheta ENORME. Parece una pirámide egipcia, se acabó la fatiga pedaleamos con tantas ganas que llegamos al cartel a 12 Km/h, en menos de 5 minutos, la hermita, la Virgencita, vino el abrazo, la oración, las piedras en la apacheta, las fotos, ¡Qué alegría!! No hay premio, ni podio, no te espera nadie, pero igual se te llenan los ojos de lágrimas y se esfuman los dolores, el cansancio y la alegría del logro te invade; 4.895 MSNM dice el cartel, 5.005 el altímetro, parece que miente a favor de su patrona.
La tandem apoyada en el cartel aguarda la bajada con todo su equipaje, casi todo fue utilizado, menos los repuestos, que parecen amuletos, no se usaron, pero están por las dudas, ejemplo vívido, los rayos y la llave que nos regaló Pocho de Atlántida, Uruguay cuando rompímos la rueda trasera en la subida del Pan de Azúcar en el Repecho de Ramallo y él la reparó; nunca más rompímos rayos. ¡Gracias Pocho!
A las 1510 emprendimos el descenso, soplaba viento y la temperatura era de 8º la euforia nos hacía sentir calor, ya disfrutamos de nuestro Aconcagua, ya hicimos cumbre, ahora a bajar…
A la consulta por “el abra del acay”
De Wikipedia, la enciclopedia libreEl abra del Acay se considera el paso carretero más alto del mundo sobre una ruta nacional, y se encuentra en la provincia de Salta en Argentina. Su altura máxima medida por GPS es de 5061 metros sobre el nivel del mar, aunque su cartel (antiguo) diga que su altura sea de 4968 msnm).
La National Geospatial Inteligence Agency http://www.nga.mil/ da una altura de 5.088 Para Sebastián Vázquez Zarzoso, Cicloturista Salteño, que cruzó dos veces el Abra, su GPS midió 4.972m. Nuestro Altímetro opinó que 5.005m era la información que debía darnos:
en el segundo viaje de Sebastián marcaba 4.971 mts. casi lo mismo que el anterior Consultando la Web por “la ruta más alta del mundo” La respuesta es:
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La carretera del Karakórum es la carretera internacional más alta del mundo. Conecta China con Pakistán a través de las montañas del Karakórum. Conocida por los chinos como la "autopista de la amistad", atraviesa el paso de Khunjerab a una altitud confirmada de 4.693 metros sobre el nivel del mar.
O los metros de allá son distintos o la diferencia es que la ruta 40 es Nacional y la Karakorum es Internacional, pero 4.895 es más alto que 4.693
Continuamos con el relato. La bajada bastante áspera, mucho serrucho, ya no nos clavábamos en la arena pero sí derrapábamos, en 40 minutos bajamos 1.100 mts. Subió la temperatura, nos desabrigamos y seguimos disfrutando el avanzar sin pedalear, habíamos cargado suficiente energía cinética como para seguir gratis hasta el empalme con la ruta 51. Pufffffff se pinchó la delantera, al ratito nomás, una lajita, claro si los indios hacían puntas de flecha con ellas. Cambiamos cámara y seguimos, las manos y los brazos doloridos por lo desparejo del camino las derrapadas en las curvas, hay que ver que la tandem es como un semi remolque arrastra peso atrás y se cruza, resulta divertido, a los 20 minutos otra vez pufffffffff esta vuelta chau cámara, no importa total tenemos cuatro, cambiamos y seguimos, (seguimos bajando y pinchando)al rato, habiamos hecho 12 Km, reventó cámara y cubierta. Consulto con el Dpto. Repuestos y me informan que el stock era de 1 cámara y una cubierta Michelín en estado deplorable. Decidimos comer algo o sea almorzar, mientras armo la Michelín con un par de manchones y una banda hecha de cámara cortada para darle más agarre, tenía unos cortes y como era de Kevlar parecía que resistiría más que la otra que estaba casi totalmente destruída y finita, el único auxilio disponible era el 0800-GOOD (creo que no hacía falta molestarlo por esta estupidez). Inflamos y quedó como de fábrica rodaba muy bien y además era más ancha y especial para arena y este tipo de terreno era una Wild Gripper pura sangre. Almorzanos y apareció una Mitsubishi con una pareja, una niña y una beba, único vehículo que cruzamos desde La Quesera, en tres días, paran y nos ponemos a charlar, nos pidieron agua caliente y como estábamos calentando la comida juntamos agua del río la calentamos y les llenamos el termo, contentos que podían tomar unos mates nos ofrecieron llevarnos a San Antonio, muy agradecidos les dijimos que preferíamos disfrutar de la bajada y del paisaje a bordo de la bici. Seguimos el descenso, una maravilla sin pinchar y con mejor tenida, igual ibamos frenando para no correr riesgos de desbande de la delantera; a casi 4 Km de la ruta 51 encontramos un médamo que cruzaba la ruta un arenal enorme parecía la Bristol, casi 2 Km patinando o caminando. Pasó la ambulancia de Cobres y también nos ofreció llevarnos, nos costó más, mucho más decir que no. Ya de noche llegamos al cartel que anunciaba San Antonio 15 Km, pero… y el asfalto? Seguía el ripio, la 51 no tenía asfalto, era de ripio, más serrucho y ahora tráfico de camiones que pasaban bastante rápido. Prendimos las luces, las traseras son dos LED rojos de alta luminosidad y están separados 50 cm justo al borde de las alforjas, parece que se ven muy bien porque los camiones pasaban por la otra mano y se abrían antes dejando mucho espacio, las delanteras son dos de 6 y 8 LEDs blancos alumbran unos 80 a 100 mts. Se viaja cómodo, se vé bien. Refescó bastante, los 15 Km tienen subidas y bajadas, serrucho y también arena, muy divertido, volvimos a entretenernos saludando a los que venían de frente, haciéndoles guiño de luces, como siempre los únicos que respondían era los camioneros, uno pegò unos cornetazos que parecía un tren, a las 2310 vimos las luces amarillas de San Antonio de los Cobres, una pequeña subida más y la bajada hasta la hostería de las Nubes, Cantados de frío, hambre, mugre algo cansados (leer reventados), pero muy contentos. Bajé y fui directo al recibidor, me atiende una Sta. muy amable, que mientras pasaban los nanosegundos, su cara se transformaba en duda, preocupación, ¿algo de miedo?, mezcla de misericordia, terror, clemencia; pregunto si aceptan tarjetas, me responde que no, solo efectivo, le comento, que mi efectivo eran 28 pesos que veníamos del Acay y me dice: “Sr. Tomen la habitación, péguense una ducha, cenen, duerman, se reponen y mañana , sin apuro vá al cajero del pueblo y lo resuelve”. Así fue, al entrar en la habitación había un espejo, y… que hace el paisano, ¡se mira!! ¡Huuuyy! Y ese ¿Quién es? En ese momento entendí la cara de Beatriz la Gerente, una vez bañado, cosa que demoramos una hora y media, y eso que nos apuramos!, parecía de mejor familia y al otro día ni te cuento.
Al otro día… Nos levantamos bién temprano, eramos los primeros en desayunar, qué cosa el hambre y el sueño, (y en ese orden), repetimos y en definitiva nos sirvieron cuatro desayunos, luego salimos a pasear por SAC un pueblo minero típico, subimos al cerro, banco, telefónica, familia y amigos avisados, seguía la euforia del Acay, mañana será una aventura más. Emparchamos las tres cámaras y compramos más parches, trajimos 25 y el saldo eran 6, también dos cámaras, para cortar la racha, cortamos botellas de PET (las de gaseosa lisas), en tiras de 4 cm, las armamos entre la cubierta y la cámara, así nos dijeron los lugareños, que evitaríamos que las espinas pasen el plástico. De regreso a la hostería nos invitaron a cenar unas pizzas y nosotros preparamos unos Kartofel Puffer, cocinamos entre todos, realmente una fiesta, motivos el cruce del Abra y conocer gente linda, nos invitaron a quedarnos un día más y así fue al otro día conocimos el viaducto la polvorilla junto a Beatriz y al padre que nos llevaron muy gentilmente, al regreso conocimos a Miriam, Pablo, Graciela e Iván, eran Mendocinos y venían de Chile; a la noche nos invitaron a cenar, resulta que era el cumple de Miriam y lo festejamos con tortita y todo.
Martes 26, desayuno muy abundante, las caras tristes por la despedida, pero debemos y queremos seguir, la vida continúa y hay que pedalearla, fotos besitos, abrazos. Qué lindo que la pasamos en la Hostería de las Nubes!!.
Rumbo a Salta, 1020 hs. Lindo sol, fresco, subimos una cuesta, dimos una y otra curva y chau San Antonio, ripio y al costado la vía del tren a las nubes, almorzamos y seguimos el ascenso 400 mts para llegar al Abra Blanca, llegamos a los 4.080 MSNM la Apacheta, La Virgencita, fotos y al descenso directo a Salta, otra vez serrucho y piedras grandes, habíamos pasado carga atrás para alivianar la delantera y luego de unas horas a unos 50 Km la pendiente había mermado, estábamos llegando a Tastil cuando la explosión de la trasera, nos hizo parar, al revisarla reconocimos la imposibilidad de continuar, se había partido el labio de la llanta y cortó la cubierta, pensamos poner un manchón, envolver la cubierta con cámara cortada, pero la llanta sin labio no resistiría el peso, estaba muy gastado el otro labio y se había doblado la base por la tracción de los rayos, amen la rueda era un ocho y 70 libras ese arreglo no las aguanta. Conclusión: siendo las 1720 haremos dedo un rato y luego armamos la carpa y al otro día a las 0700 pasa el Quebradeño (Bus local).
¡Viene un Camión, nó es el Movitrack ¡! (un camión carrozado como bus para excursiones) A las señas responde parando una Suzuki Vitara, nos presentamos y en el dialogo surge el porqué se rompió la llanta, las frenadas de las tremendas pendientes del Abra del Acay y ahora el remate, la del Abra Blanca, Raúl, el dueño de la Vitara, dice: “yo no dejo colgado en la ruta a dos que cruzaron el Acay!” Así que arriba, metamos las alforjas adentro, atemos la bici a la rueda de auxilio y vamos a Salta. Una vez en la ciudad, más relajados combinamos para cenar juntos y festajar el auxilio exitoso, Coti y Raúl son de Gral. Roca, Rio Negro, Raúl había cruzado el Acay en moto, y sigue haciendo turismo con su Transalp, suerte que esta vez venían con la Suzuki!. Al día siguiente fuimos de shopping a las bicicleterías del centro, compramos dos cubiertas nuevas una Michelín Wild Gripper y una Maxxis Ignitor, llanta nueva y a trabajar, cambio de los 4 patines de freno traseros, lleva doble Vbrake, aunque los habíamos cambiado en Cobres, los del lado de la rotura habían volado, regulamos cambios
Salimos el miércoles 29 de setiembre a las 1215 hacia el Norte por el camino de cornisa, almorzamos al salir de la ciudad en un puesto de empanadas, justo a pocos kilómetros de empalmar la ruta vieja, el camino es angosto y muy pintoresco,
va zigzagueando al costado de la montaña, después de tres horas de pedal entramos en La Caldera un pueblo hermoso de casas coloniales muy bien mantenidas, paseamos y conocimos a Mónica y Horacio, periodista y camarógrafo, que nos estaban buscando para hacernos una nota, por el cruce del Abra del Acay, dándole más protagonismo a Eli por ser la primer Mujer Argentina en cruzar a bordo de una Tandem. Era para el canal 2 del cable de Salta. Al atardecer nos arrimamos al camping, armamos el igloo, comimos y a descansar.
Día siguiente partimos por la cornisa hacia la yunga, parece la selva, fuimos subiendo hasta llegar al Abra Santa Laura, límite entre Salta y Jujuy allí almorzamos en unas mesitas de la ruta. Luego después de unos 14 Km, al bajar, una serie de piedras sueltas (parecían del tamaño de una gallina) que estaban en el medio del camino después de una curva, logré esquivarlas pero al derrape rocé una y golpeó el cambio y se rompió, lo desarmamos y con una piedra, a modo de martillo, en una tranquera, pudimos enderezarlo y atado con alambre resultó que funcionaba aceptablemente para la ocasión, andaban 4 de los 8 piñones, suficiente, nos llevó a Jujuy donde compramos uno nuevo, durante el paseo por la ciudad. Sabíamos que el Sábado y Domingo se hacía la fiesta de la Vírgen del Rosario en Iruya, como intentamos no pedalear dos veces el mismo camino, decidimos ir en bus, así llegaríamos a tiempo para la celebración y al regreso pedal y garra. El viernes viajamos en el bus local de la empresa Evelia que nos cargaron la tandem sin desarmar, entra justa a lo ancho de la bodega, al llegar a Humahuaca, paseamos almorzamos y compramos boletos para el bus a Iruya, más chico, con porta equipaje arriba, muy parecido a los centroamericanos que llevan gallinas y chanchitos, nos advirtieron, en la boletería que estuviéramos 15 minutos antes de las 16 hs. Que era el horario de partida, para cargar la bici. Fuimos de recorrida por el pueblo y a las 1520 pasamos por la Terminal y vimos al micro con el portaequipaje lleno de bolsos, así que nos arrimamos y nos dijeron que cargaramos todo que yá salía subimos la tandem entre cuatro la atamos bien y no bien bajé del techo subimos al bus y salió nomás, la explicación fue: “hay gente esperando desde muy temprano” pero… el horario de salida es 1600 y son las 1530. “Donde fueres haz lo que vieres”, no es el horario el que manda si los pasajeros llegan temprano, el micro sale antes, ¡que tal!, luego de 76 Km de camino muy angosto y precipicios que son más agradables en bici que en bondi, en especial ése bondi que cantaban los cambios, tintineaban los paliers, y escupía piedras al vacío en las curvas, con unas cubiertas que parecían haber rodado desde la inauguración del camino, pero, todo esto con gran habilidad por parte del chofer, que no dejó de mascar coca en ningún momento. Al llegar al Abra paró 5 minutos, el rito de las piedritas en la apacheta, la oración a la Virgencita esta vez la realizó todo el pasaje. Peor resultó la bajada, en cuanto a camino, porque el conductor hacía las maniobras con suficiente precaución y la solvencia de conocer cada piedra del lugar. Llegamos a Iruya estaba a tope desbordaba gente por todos lados, peregrinos de otros pueblos, turistas de diversas partes del mundo, un mercado armado con carpas en el lecho de río seco, hasta la época de las lluvias que comienzan en noviembre, la fiesta y el baile duraban hasta el lunes.
Luego de disfrutar una hermosa muestra de fé en un pueblo que no teme expresar sus creencias y tradiciones con alegría emprendimos el regreso, con el acostumbrado ascenso rumbo al Abra de los Cóndores 4.000 MSNM, una altura ya conocida, no por eso menos embromada, el clima resultó fresco, había nubes blancas, típicos Estratos Cúmulus no se veían Lenticulares ni Cúmulus Nimbus, subimos hasta la meseta, a una altitud de 3.500 mts. Almorzamos y tomamos unos atajos que suben más empinado, se llaman cortaderas, evitan las subidas en zigzag, acortan distancia. Utilizamos tres, las otras dos eran imposibles de trepar, parecían paredones, las usan para bajar, a medida que nos arrimábamos al Abra se nublaba más y en el último tramo, la típica cornisa con sus precipicios, nos cruzamos con Beatriz y Ricardo que viajaban hacia Iruya, con los padres de Ricardo y la hermana, nos volveríamos a ver a su regreso. Comenzamos a ver Cúmulus Nimbus, con rayitos y truenos, luego el viento aumentó y se hizo frío, nos abrigamos más y como faltaba muy poco apuramos la cadencia y llegamos por fín arriba, esta vez fue rápido piedrita, rezo, foto y a bajar ya chispeaba, pero chispeaba en serio, unos relámpagos muy fuleros, mucho viento y la llovizna helada auyentában a cualquiera. Todo negro daba la impresión que se caería el cielo mismo, y ahí tan cerquita. Bajamos muy pero muy rápido, casi en un suspiro aumentó 10° la temperatura, paramos a desabrigarnos y de paso fotografiamos unos guanacos, con 10° de temperatura real hacía calor, era la falta de viento. Continuamos y llegamos a Rodeo, luego a Iturbe, ya oscurecía, arribando a la ruta 9 ya de noche, nos volvimos a cruzar con Bea y Ricardo, que nos ofrecieron llevarnos las alforjas hasta Humahuaca, la respuesta fue; “ muchas gracias, pero van con sobrepeso y nosotros vamos en bajada, con luces prendidas, a disfrutar bajar por asfalto con muy poco tránsito; al rato pasamos una camioneta que llevaba leña y después de varias curvas apareció una recta larga y con bajada, como de 6 o 7 Km , parejita, linda, consulto con el stocker, mi compañera de popa, si estaba de acuerdo en hacer bajada libre, respondió: “el asfalto está bueno, no hay transito y la luz alumbra de maravilla, dale nomás, que tengo hambre”, el placer de no pedalear es un vicio, mezclado con el vientito de la velocidad en la cara, más el vértigo, la hiperoxia, (aumento del Oxígeno por el descenso) se convierte en un mix muy interesante, nos devoramos la recta, en menos de 5 minutos y a poco ya vimos las luces de Humahuaca.
La rutina de siempre, baño, cena y con el café reviso la ciclocomputadora de Eli, que tiene acumuladores de máxima, promedio, etc. En la máxima decía: 82,4 Km/h!! no solo superamos nuestro record de altura anterior de 4.320 MSNM, en el cruce de los Andes (Cristo Redentor marzo 2006), sino también la velocidad que fue de 77,7 Km/h igualmente en el mismo cruce pero a la bajada por los Caracoles Chilenos.
Al dìa siguiente seguimos hacia Jujuy, por ruta 9 todo asfalto, señal de celular, tráfico, en fín de regreso al mundo, llegamos a Uquía hermoso pueblo con su iglesia colonial, yo empiezo a sentir decaimiento y la típica sintomatología de la deshidratación; intento reponer electrolítos, tomo más agua, almorzamos lechuga, cebolla, tomate, queso y cerveza en Huacalera, sobre el atrio de la iglesita, también de la época de la colonia, con su techo de Cardón. A la sombra de su arboleda descansamos un rato y luego continuamos hasta Tilcara, recorrimos el pueblo, conocimos el Pucará y nos fuimos a hidratar a una cervecería de la plaza principal; para el atardecer mi deplorable estado físico dejaba mucho que desear, decidimos regresar a Salta en micro, total Jujuy – Salta ya lo habíamos pedaleado, nos perderíamos Purmamarca que resulta excelente excusa para volver otra vez. Nuevamente nos cargan la tandem sin desarmar, nos pusimos a charlar con el inspector del micro Tomás, que era oriundo del lugar y al llegar a Jujuy nos consiguió pasajes para Salta, esa misma noche. Sólo la bici y Eli llegaron enteras, yo estaba destruído, pensaba ojalá no sea un enterovirus de ser así aquí se acaba el viaje, llegamos al hostel Inti Huasi porque estaba a solo 3 cuadras de la terminal me tiré en la cama y no recuerdo más mada.
Próximo día, MIRACOLO!!! Amanecí nuevo, gracias a Dios no era un virus, como si nada, pero igual nos quedamos un día en Salta para acomodar todo, total llovía, el único día de tormenta, jueves 5 de Octubre; cambiamos patines de freno, regular cambios, revisar y lubricar todos los movimientos ya que nos faltaban casi 600 Km más hasta Tafí Viejo, Tucumán. Esa tarde vinieron Mónica y Horacio para terminar la nota, les dimos copia de las fotos que teníamos hasta el momento, nos acostamos temprano, luego de una buena cena, por supuesto. Próximo tramo Salta, Cafayate, Tucumán.
Después de un buen desayuno, rumbo al Sur y con la esperanza de cruzarnos con Turu y Coco dos amigos de Mardel que habían hecho el Abra del Acay desde San Antonio y volvían a Salta por el Carril, contábamos con 60 Km de posible encuentro, en la ruta 68, más o menos las fechas daban, fuimos mirando pero al dejar el cruce por popa, nos dimos cuenta que nos veríamos en nuestros pagos. Llegamos a Guachipas a la tarde, paseamos, visitamos el museo aborigen, la Virgencita movediza, pinturas rupestres y después de 99 Km hechos en 4 horas y pico, al camping al ritual de mantenimiento: baño, cena y descanso.
Al día siguiente partimos por el camino de tierra, ripio y arena que desemboca en el Cristo y luego de unos vados por el valle de Lerma, cruza el río, que después de trepar un murallón de arena, termina en Talampampa,
A pocos kilómetros, ya por asfalto llegamos a Alemanía, un pueblo “Fantasma” “lleno de Hippies”, en realidad una ex estación ferroviaria con artesanos macanudos que trabajan y disfrutan de un lugar tranquilo y apacible. Algunas subidas y bajadas, mucho calor, La Garganta del Diablo, El Sapo, El Fraile, todas formaciones rocosas, que yo creo, las puso Diosito para entretenernos, porque se hace largo son 124 Km sin nada, ni siquiera un Mc Locro. Luego de cruzar Los Medanos llegamos a Cafayate a las 2330 hs. Bien cansados y con hambre, paramos en la hostería del ACA. Desayunamos temprano, pedaleamos hasta Los Quilmes, la comunidad aborigen nos recibió con alegría compartimos agua, miel y dulce de membrillo, seguimos hasta Amaicha e hicimos noche en Tafí del Valle, comienza allí el verde típico y la hermosa bajada de la quebrada de los Sosa, 38 Km sin tocar los pedales, baja entre la selva, a la vera del río Blanquito, un paisaje precioso, diferente, almorzamos al costado del camino al ladito del agua y seguimos rumbo a Tafí Viejo, pasando por Famaillá, Lules por el costado de la ciudad de Tucumán hasta la ruta 9 para arribar a nuestro destino final después de 146 Km; ya en Tafí Viejo, a las 22 hs dimos por terminado nuestro ciclo raid por las nubes, nos bañamos y pusimos pilchas de ciudad en nuestros molidos, pero felices cuerpos y nos dedicamos a disfrutar de la hospitalidad de los lugareños, esta vez también parientes.
Estadísticas
• Total Días 34
• Viaje en bus 2
• Estadía 32 pedaleo 20 promedio de Km/día 70
• Km recorridos 1.403 Promedios diarios de 4 8 25 70 y 150 Km
• Alturas
• Cuesta del Obispo 3.348 MSNM
• Abra del Acay 5.006
• San Antonio de los Cobres 3.800
• La polvorilla 4.400
• Abra Blanca 4.080
• Abra Santa Laura 4.020
• Abra del Condor 4.000
• Infiernillo 3.000
• Temperaturas extremas Max 45º Chicoana a la sombra
• min 15º Bajo cero Campamento en el Acay a 4.500msnm en la carpa -6º y dentro de la bolsa de dormir 17º
• Noches 7 carpa
• 25 Hotel, hosteria hostal o casa de familia
• Velocidad max 82 km/h bajada a Humahuaca desde Iruya
• SIN CAÍDAS en toda la travesía
• Equipaje peso total 64 Kg
• Incluye: Igloo, colchón inflable, bolsa de dormir,
• Herramientas, repuestos, hornillo, marmita, vìveres para tres días, ropa de abrigo, 8 – 10 Lts. De agua.
• Peso del Tandem 18,800 Kg. (no incluído en los 64)
Elizabeth y Guillermo
Setiembre 2006, Mar del Plata, Argentina
Unos meses antes planificamos con Eli el circuito. Consultamos a Tony Moreno un amigo con mucha experiencia en el Noroeste Argentino y en el Acay, Montañista, Andinista y Cicloraidista oriundo de Miramar; también a Juan Mutti Médico Deportólogo, Triatlonista, Ironman “ista” conocedor del comportamiento en altura con exigencia deportiva; ambos amigos nos dieron consejos muy útiles, que pusimos en práctica y fueron muy bien aprovechados. Para ellos, nuestro agradecimiento.
El entrenamiento fue el mismo de siempre, como para otros viajes solo que un poco “bastante” más intenso, varias salidas semanales en bici de 100, 150 Km. A veces un poquito más por día, algunas buscando distancia, otras velocidad, con carga o libre, por asfalto, por tierra, arena, barro, ripio, por las sierras, la subida de Batán, o la de Playa Grande “diez pasadas en 4 minutos c/u” solía decir Jose Mutti, que colaboró mucho con el entrenamiento, especialmente con el mío, fierros mediante; muchas gracias. A todo le agregamos un trote diario de 6 Km. por la reserva a las 6 de la mañana, buena comida nada diet ni Light, y por supuesto buena Cerveza artesanal Zur Wald. (La buena hidratación es fundamental).
Fue de gran ayuda el apoyo de familiares y amigos con frases de aliento como estas:
“Ustedes están limados”
“Yo que vos me voy en auto, cargo la bici, paro donde se me dá la gana, pedaleo un poquito y sigo con el auto”
“Locos de M…….”
“Por que no se van en el tren a las nubes, se alquilan dos Mountain Bike, y así se sacan el gusto”
“No sería mejor dos bicis y una 4X4?, yo digo, ¿no??”
“Vos sos loco pero tu jermu te gana”
“Es una locura la soledad, el frío a la noche, no hay un alma, no hay señal de celular, la Altura…,te quiebra, te quedás sin resto, si a nosotros en el Land Rover Discovery nos faltaba el aire, nos moviamos muy torpemente, no me quiero imaginar en bici”
“Ojo con la Puna…, OJO!!…”
También muchas gracias, por el aliento… (aliento a Momia)
Ahora la presentación del proyecto:
Se trata de alcanzar el Abra del Acay oficialmente 4.895 MSNM (Metros Sobre el Nivel del Mar) según varios GPS (Geo Posicionador Satelital) más de 5.000 no importa la cuestión es cruzarlo. Supera la montaña más alta de Europa, el Mont Blanc en 100 mts. Es el paso rutero más alto de América, 500 mts. Más alto que el de La Polvorilla del Tren a las Nubes. 48% menos Oxígeno que en Mardel y además, La Puna.
La Idea:
Ir en bus a Salta 1.190 MSNM, aclimatarnos, subir hasta Humahuaca 2.939, por el Abra de los Condores 4.000 llegar a Iruya 2.780 regresar en bus a Salta, para no hacer dos veces el mismo recorrido, y poder pedalear siempre por un lugar diferente. Luego a San Antonio de los Cobres 3.800 por el Abra Blanca 4.080 y de Cobres al viaducto La Polvorilla 4.400 este es el famoso puente, punto más alto del Tren a las Nubes, éste viajaba con dos médicos y por vagón llevaba un enfermero con Oxígeno y Coca para atender a la inmensa cantidad de turistas que se descomponía por la altura.
Averiguar en Gendarmería de Cobres por el estado del tiempo en montaña, comprar víveres y agua para 5 días y partir con buen clima para encarar, la subida al Abra del Acay 4.895 el llamado “Aconcagua de los cicloraidistas”.
Sigue el descenso a La Poma 3.015 Cachi 2.210 la Cuesta del Obispo 3.348 regresando a Salta por la Quebrada de Escoipe 1.910 para luego salir de allí hacia Cafayate, subir al Infiernillo 3.000, Tafí del Valle Tucumán y terminar en Tafí Viejo. Fín del recorrido, con un estimado de 1.300 Kms y 34 días para disfrutarlo.
La Realidad:
Salimos de Mardel el Viernes 8 de Setiembre de 2006 a las 1330 hs y llegamos a Salta el Sábado a las 1630, armamos la tandem y rodamos tres cuadras hasta el hostel Inti Huasi (casa del sol) nos acomodamos, y fuimos a dar una vuelta por la ciudad, hermosa, apacible, segura, con linda gente, acogedora.
Al otro día city tour, San Lorenzo, cerro San Bernardo, el parque y en la cena conocimos a Natalia que atendió nuestra mesa en el restaurante “La Chueca”, charlando nos contó que el próximo viernes era la fiesta del Señor y La Virgen del Milagro, que venían los Peregrinos de todas partes por la ruta de la Cuesta del Obispo de hasta 380 Km. A pie, en bici en procesión con sus virgencitas a cuestas. Desde La Poma, Cachi, Payogasta, etc.
En la sobremesa, postres regionales mediante, decidimos por unanimidad cambiar el orden del recorrido, o sea, ir primero por la Cuesta del Obispo a buscar a los Peregrinos que venían bajando; para “darles aliento” y nosotros seguir subiendo. Continuar hasta Cachi, La Poma , subir el Abra del Acay para luego bajar a San Antonio de los Cobres y volver a Salta. Quedando el primer recorrido; el del Norte en segundo lugar y el más exigente, el más alto hacerlo primero. Ojalá (que significa “que se haga la voluntad de Dios”) fuera suficiente entrenamiento y aclimatada en altura. La Cuesta del Obispo 3.348 MSNM. Con el recorrido anterior teníamos Abra blanca 4.080, Abra de los Cóndores 4.000, San Antonio de los Cobres 3.800, Viaducto La Polvorilla 4.400, además la subida desde Cobres parte de 3.800 a 5.000 la ascensión es de 1.200, mientras que desde La Poma 3.000, a 5.000, es de 2.000.- en igual distancia 46 Km.
Los votos habían sido dos a favor ninguno en contra así que, después de dos tecitos de coca y una caminata por el Parque de 12 cuadras nos fuimos a dormir. Al otro día salimos a las 0830 en busca de la ruta 68 y a la altura de Cerrillos nuestra primer pinchadura, parche y pedal hasta La Merced donde almorzamos seguimos y doblamos por la ruta 33 y al pasar 5 Km después de Chicoana con 45° C a la sombra y siendo las 1430 reventamos la cubierta delantera, una Michelín Francesita, hermosa, que tenía tan solo 4.500 Km, el cruce de los Andes, San Juan y todo el entrenamiento del invierno, según dicen los que saben, amortizada. Otra cámara y manchones más suplementos nos permitieron regresar a Chicoana en búsqueda de una bicicletería, llegamos a las 1620hs. El cartel decía abierto de 1730 a 1930 … el bicicletero llegó a las 1830 nos tuvimos que apurar porque ya cerraba, tenía una única cubierta local media finita pero era lo que había. Ya resuelto el problema buscamos donde dormir y cenar a las 2130 estábamos por acostarnos.
Al otro día, Martes 12 a las 0620 hs. a la ruta, arrancamos de Chicoana (1.270 MSNM) y debíamos subir 600 mts. Para llegar a la Quebrada de Escoipe que tiene 1.900, nuestra primer trepada, luego de bastante esfuerzo y con suficiente cansancio cómo para llegar con lo justo fondeamos en el parador San Martín a 1.700 armamos la carpa en una galería, nos bañamos y cenamos empanadas, dos docenas, quesillo de cabra con miel de arrope y hasta mañana, dormimos como Lirones, pero Lirones del Norte (son más dormilones). Miércoles 0700 ya renovados y con muchas ganas de seguir (pero para Mardel), comenzamos a subir, el cartel decía 20 Km Piedra del Molino faltaban subir sólo 1.548 mts. Nos cruzamos con los peregrinos que bajaban a pie, nos dieron aliento, venían con sus virgencitas en hombros atuendos típicos, cantando, tocando Sicus y tambores ¡y danzando¡!!! O sea que no bajaban derecho lo hacían un paso a cada costado uno atrás y dos o tres adelante, según el ritmo.
Después, más adelante, bajaban en bicicleta más peregrinos de La Poma, Cachi, eran bicis de pueblo que bajaban frenando y derrapando algunos con sandalias de cuero, pateando piedras con los dedos de los pies, parecía una carrera de mountain bike por la velocidad y la destreza con que hacían el descenso.
A las 1730 llevábamos hechos 18 Km. Acampamos en un llano de unos 20 mts. Llamado “El Descanso del Peregrino” a 3.200 MSNM. Pedaleamos desde las 9 hasta las 1630 y sacando el tiempo de almuerzo, descansos, fotos, juntar agua y lavarse nos quedó un tiempo de pedal real de 4 hs. Según la ciclocomputadora, a la noche el reloj marcó 3 grados bajo cero, pero no sentimos frío y dormimos de un tirón. Al día siguiente, desayunamos desarmamos el campamento y comenzamos a subir, llegamos al mirador, donde nos fotografiaron varios turistas, como si pertenecieramos al paisaje, pedimos un poco de agua, y nos regalaron un montón de botellitas, todos querían colaborar luego de unas trepadas màs llegamos a Piedra del Molino, 1217 hrs. Hicimos cumbre (de ruta), rezamos, pusimos piedras en la típica Apacheta (Los apachetas son montículos de piedras, levantados en honor a la Pacha Mama, la madre tierra. Es habitual encontrarlos en los caminos altiplánicos de Chile, Argentina, Perú y Bolivia. Cada vez que se llega a un Apacheta se deposita una o más piedras junto con un regalo, que pueden ser hojas de coca u otro, en señal de respeto al espíritu que allí habita. El caminante pide entonces protección y salud para continuar su viaje, y evitar las desgracias (chiknis) de su camino.Los apachetas se encuentran ubicados en senderos y caminos cordilleranos. Sus tamaños son diversos: van desde pequeños, hasta gigantescos montículos de piedra, como es el caso de la apacheta del abra del Acay, una de las más grandes conocidas en Los Andes. extraìdo de: http://revista.serindigena.cl/julio03/memoria.htm)
También está la hermita con una Virgencita, una cruz y el cartel con la altura 3.348 MSNM Fotos y a bajar! Nos largamos sin pedalear y sin frenar 1305, el camino, a la miseria tenía un serrucho que parecía una motosierra, así que a frenar y tambíen a pedalear, en 1 h 05m llegamos a la recta del Tin Tin, bajamos bastante recatados; esta recta fue construída por los Incas, usando fogatas para su alineación, integraba el famoso “Camino del Inca” y cuando los Ingenieros actualizaron el trazado, para pavimentarla se encontraron con la sorpresa que ambos no diferían ni en 1 cm en los 12 Km. Que tiene la recta y además confirmaron que era el lugar más adecuado para una carretera. A las 1530 entramos en Payogasta (Poblado Blanco), almorzamos unas empanadas fritas, hacía tanto que no comíamos empanadas que pedimos 24, en el descanso emparchamos las cuatro cámaras revisamos cadenas, rodamientos, etc. Como eran las 1830 y la hostería muy bonita decidimos quedarnos a dormir, cenamos Chivito con papas porque las empanadas podían ser pesadas de noche. A la mañana siguiente, desayunamos y reparamos la bolsa de dormir que se le habían salido dos cierres del tope, le pegamos una revisada a la bici en general, paseamos por el pueblo y a las 1200 partimos rumbo a Cachi con viento sur fresco, en 1 hora llegamos a destino para almorzar, tamales y locro para poder pasear por la vera del río hacia el Nevado de Cachi, la Iglesia, el Museo y las artesanìas; al otro dìa fuimos con Guillermo Vilca a conocer las Pailas y las ruinas Incas, volvimos al pueblo para bajar las fotos al CD, “casa de herrero cuchillo de palo” se borraron todas de la memoria de la máquina, conclusión trabajé horas extras hasta las 2330 en un ciber, bajando un soft recuperador de smart media con la amable ayuda de Emiliano el Técnico obtuvimos un 97 % de éxito nos fuimos a dormir y retomé la vida tranquila del NOA. Día siguiente, muy temprano nos preparamos para salir rumbo a la parte más importante de nuestra aventura, encarar la subida al Abra del Acay. Cenamos y disfrutamos de la peregrinación local del Señor y la Virgen del Milagro al llegar al hotel el conserje nos avisa que un Inglés en bicicleta pregunta por nosotros, vamos a la calle y luego de las presentaciones David nos pregunta si vamos rumbo al Acay y si podemos hacerlo juntos, por supuesto, es la respuesta y quedamos en salir mañana a las 9 después de desayunar. Al otro día salimos rumbo a Payogasta nuestra primer parada, en busca de unas empanadas que nos había prometido Don Alfonso Guaymas el dueño de la Hostería, nos las regalaba para encarar la trepada con más energía. David, nos contó que trabajaba como Cheff en Australia y que venía de pedalear por China, Asia, Nepal, que había cruzado el paso de Khunjerab y quería cruzar, también en bici, el más alto, el Abra del Acay, Por aquel había pagado unos cuantos dolares, por éste no pagaría nada. Pedaleamos una hora por un ripio agradable con un hermoso paisaje, nada más ni nada menos que el vergel de la pequeña Cuzco, como llamaran los Incas a la zona de Cachi – Payogasta allí nos esperaba Don Alfonso con dos docenas de empanadas recién fritas, hicimos los honores del caso, desayunamos y seguimos, hasta Palermo donde nos las comimos todas, en la casa de Anastasia Diaz, continuamos subiendo de 2.400 a 2.800 donde un cardo desparramado entre el ripio nos pinchó la trasera, demoramos 48 minutos para repararla, Meta pedal y subida, comenzó a refrescar y al bajar el sol, llegamos a La Poma a las 2030 hrs. Hechos papa después de sólo 60 Km. pero otra vez a 3.000 MSNM fuimos a lo de Miguel y Margarita Mamani que nos esperaban con el calefón lleno de leña y milanesas con papas fritas y huevos fritos, nos bañamos y cenamos porción doble. Después del postre Margarita nos preparó dos tecitos de coca y luego nos reunimos con los Caciques del Acay a debatir sobre la ruta y el clima que según decían no había oscurecido bien y podía amanecer peor, ventoso y frío, eso en altura puede ser peligroso el viento sopla a más de 150 Km/h y la temperatura desciende bruscamente. Si consideramos que en un día normal de 30º a los 5.000 mts. A la misma hora la temperatura es de 3º bajo cero, sin viento, suerte que al medio día Salta en superficie tiene temperaturas de 45º por lo tanto a esa altura tendremos 12º, la fórmula es sencilla la temperatura baja 2º por cada 300 mts de ascenso. Otro factor es que pedalear a más de 2.500 mts. Cuesta tres veces más que al nivel de la ruta 2 y el consumo de agua y comida se triplica, considerando que el apetito baja y a sed también se torna difícil mantener un equilibrio lógico. Después de otro té, nos fuimos a dormir.
Así fue amaneció frío, ventoso y con algunas nubes lenticulares, éstas presagian nevizca y vientos fuertes en altura, aceptamos el consejo y nos quedamos un día más. Parecía dudoso que al otro día mejorara, cosa que los expertos afirmaban unánimemente. Sucedió según lo previsto, mejor que el weather channel, amaneció excelente, saludamos a Margarita y Miguel Mamani, la noche anterior nos habíamos despedido de Héctor Diez Gomez y de Miguel, el que conocía la vívora de siete cabezas del Abra del Acay; todos ellos eran los expertos y nos aseguraron que tendríamos buen clima por tres o cuatro días, sin mucho viento ni temporal. Buen Prono y mejor augurio, “que la Virgencita los guíe y los acompañe”fue el de Margarita, que se había preocupado por la cantidad de milanesas que habíamos cenado el primer día, decía: “ la gente se apuna y la comida le cae mal, comieron mucho”, a mí lo que me cae mal es el hambre y las mila estaban riquísimas. Besitos y abrazos cariñosos y sinceros, David, con sus casi 2 mts de altura, miraba como extrañado, hasta que lo abrazaron a él y se ablandó un poco, para comentar más tarde, en inglés punoso (léase spanglish apunado) “qué gente querendona”. Pedaleamos duro de las 0930 hasta las 1310 hicimos 20 Km llegando a la escuela zonal del paraje El Saladillo con una altitud de 3.400 mts. Almorzamos junto con el maestro Santiago y algunos de los alumnos luego emprendimos la pedaleada a las 1530 ya la torpeza, el cansancio y la altura se hacían sentir, a tal punto que crucé un vado con las zapatillas puestas y me dí cuenta cuando se me helaron los pies, juntamos unos doce litros de agua de ese río ya que nos habían advertido que los dos próximos no eran potables, el Blanco y el Amarillo. David se adelantó y nos esperó en lo de Don Zerpa, Paraje La Quesera a 3.800 MSNM y tan solo 25 Km de La Poma, en dos horas subimos 400 mts, recorrimos 5 Km. y Cruzamos cuatro vados. David saludó y siguió hasta La Damiana debía subir 100 mts. En unos 2 Km, prefería dormir bajo techo. Nosotros armamos la carpa, cenamos “polenta a los cuatro quesos” dividido dos porque solo había queso de cabra y de vaca y la salsa era de tomate disecado, pero salió buenísima!, ¿sería la altura?, a las 1900 nos fuimos a dormir. Por la mañana del miércoles 20. desayunamos, desarmamos todo, sacamos fotos, saludamos y seguimos subiendo, cruzando vados helados, por supuesto sin zapatillas, pinchando, como era nuestra costumbre, inflar era un suplicio, peor que pedalear, ardían los músculos de los brazos, parecían tener vidrio molido adentro, las manos torpes hasta que al medio día el sol calentó un poco y almorzamos junto a una Yareta un árbol enano que parece un musgo, por lo abigarrado del follaje, crecen sólo a más de 3800 mts. La encontramos a Flavia (hija de Damiana) nos contó que David había dormido en la casa de la mamá, una casita de adobe de 3 x 4 mts y 1,50 de altura, a las 1540 llegamos a la casa de Flavia, ella llegó junto con unas llamas por la ladera de la montaña. La construcción era similar de adobe y piedras pero más grande, tenía comedor y una habitación. Cocinamos polenta y nuestra anfitriona tenía sopa de sémola con charqui de león (puma) y llama, compartimos la comida a la luz de una vela, en una mesita pequeña y sillitas como de jardín de infantes, escuchando la radio; luego nos dio unos cueros de oveja y llama para poner en el piso de tierra y cubrirnos, ella se llevó el mismo equipo y se fue a dormir al otro cuarto. Día siguiente se abre la puerta y aparece Flavia, con un hola..ahh! desayunamos, nos despedimos y emprendimos otro día más de subida estábamos en el Km 32 faltaban 14 para el Abra y debíamos subir 1.000 mts. Partimos a las 1000 hs. La temperatura era de 0 grado lo que ayer era agua hoy estaba todo congelado, al mediodía había subido a 14º parecía el caribe, el sol quemaba y comenzamos a poner en practica el pedal-treakking, obligados por la presencia de arena en el camino y piedras muy grandes que presagiaban porraso, así que parábamos nos bajábamos y caminábamos unos metros, volvíamos a subir y a pedalear otra vez, con mucha lentitud y torpeza a las 1630 estábamos a 4.600 MSNM y comenzaba a oscurecer, la temperatura había bajado abruptamente, 2 grados bajo cero, a pesar de tener un cielo diáfano el sol se ocultó detrás de los picos nevados y comenzó un vientito, aunque suave, bastante fresco, inmediatamente descendimos unos 600 mts de distancia, camino abajo, esto nos produjo una sensación de inmensa alegría, hacía mucho que no viajábamos a más de 10 Km/h y sin pedalear!! Rodar sin esfuerzo, ¡qué Líndo! Se acabó enseguida llegamos en un suspiro a los 4.500 mts. de altura armamos campamento en unas pircas que habíamos visto durante la subida. guardamos las caramagnolas en la bolsa de dormir, preparamos la cena queso, puré de papas deshidratado y sardinas, chocolate de postre y té de coca, comimos dentro de la carpa y dentro también de la bolsa, al revés del dicho sin prisa y con pausa, a las 1820 hs. Con tres pares de medias, dos calzas, remera, buzo, remera, campera, polar, dos gorros de pelo de llama y guantes; parecido a dos cebollas, dentro de la bolsa nos dispusimos a dormir; a las 0030 asomé el ocico por el cierre para ver si todo estaba en orden, parecía haber entrado en una cámara de frío, el termómetro del reloj de Eli, que habíamos dejado afuera, registró 15º bajo cero, medimos la temperatura en la carpa y era de 6º bajo cero dentro de la bolsa había 17º dormimos cómodos pero con bastante viento, el sobretecho gualdrapeaba como mayor de capa en tormenta, por suerte habíamos agregado algunas piedras al pircado y esto nos protegía, también los vientos del igloo estaban con varias piedras encima de las estacas esto ayudaba bastante, parecía querer correr la montaña. Recién cuando el sol pegó sobre la carpa pudimos salir.. de la bolsa ¿y de la carpa? Ni soñando, yo había salido a las 0714 estaba todo escarchado, helado, de color blanco azulado, foto, desagote rápido y adentro, soplaba un viento gélido, traté de no tocar los parantes ni la tela del sobretecho por la temperatura se tornan muy frágiles y se pueden romper. la pava estaba fuera de la bolsa, pero dentro de la carpa, llena de hielo prendí el calentador y desayunamos a las 0920, comenzamos a acomodar todo, puse el reloj arriba de una maderita y marcó 8º bajo cero, resulta que el pircado estaba al ras del precipicio en una saliente al costado del camino allí nos dimos cuenta que a escasos 4 o 5 metros se acababa el mundo, doscientos metros abajo el río helado sonreía, nos estábamos acostumbrando o las cabras nos contagiaron. Hora de pedalear, las 11 de la mañana, rumbo al cielo porque gracias a Dios no habia nubes, faltaban 3 o 4 Km y unos 500 mts. en altura. buscando una vincha recordé que la había dejado afuera, en la casa de Flavia y me la comieron las cabras, ¿por qué la dejaste afuera? Pregunta Eli, porque estaba chivada! Y el agua del río estaba muy fría a esa hora para lavarla. La ruta, que a esta altura es una huella, se torna difícil, con arenales, piedras que caen de la ladera, hielo, lajas con moho, todo un derroche de obstáculos muy bien puestos como para hacer más entretenida la subidita, que vista de abajo parece imposible de trepar. Hay que agregar que con las dos cubiertas Michelin con que salimos de mardel hubieramos andado bien pero la delantera la reventamos en Chicoana y la local que supimos conseguir no era muy adecuada para esta zona. Entre curva y curva recordamos un escrito que leímos de Tony que decía: “Raíd ciclístico a la antigua, no hay teléfono, ni radio, ni vehículo de apoyo, estamos completamente aislados de nuestro mundo cotidiano librados a nuestros propios recursos”. Cuanto de cierto, Artículo del diario Cronica del 12 de Julio de 2003 “en bicicleta a las nubes” referido al cruce del Abra del Acay. También cuenta que toda la zona, Acay incluído es el gran cementerio Inca.
Habíamos juntado 12 Lts. De agua para la subida y quedaban sólo las dos caramagnolas casi llenas o casi vacías, estaban por la mitad, ver el lado positivo de la cosa nos sirvió de mucho siempre y amén de estar casi llenas teníamos la ventaja de llevar unos once kilos menos de carga ya que nos habíamos tomado 11 Lts. de agua, qué bién! Estábamos subiendo nuestros cuerpos más los 18 Kg de la tandem, mas 52 Kg de equipaje ¡nada más! Aunque a estas alturas pesen como quinientos. Imposible moverse rápido y peligroso nos decía Don Alfonso, si falta el aire o se marean acuéstense boca abajo, hagan un hueco en la tierra y respiren lento y prolongado; Juan nos había dicho que nos pusiéramos en cuclillas respirando tranquilos y si no pasa bajar 500 mts. No hizo falta, pero gracias por el consejo. Los tramos de arena o de piedras sueltas eran a pie, el resto pedal y garra, llegamos a ver una V lo que parecía el Abra la ante ante ante penúltima cuesta, va la pregunta de rutina: ¿ Eli, cómo estás? Resp: cansada, pero bien, entera, uff!!, ¿querés que volvamos? Resp: ¡¡Estás loco¡, falta tan poco, subite que se terminó la arena. Contundente¡!
Viernes 22 1405 hs. Doblamos pedaleando una curva y detrás de la próxima subida la curva final YA!! Se vé La Apacheta ENORME. Parece una pirámide egipcia, se acabó la fatiga pedaleamos con tantas ganas que llegamos al cartel a 12 Km/h, en menos de 5 minutos, la hermita, la Virgencita, vino el abrazo, la oración, las piedras en la apacheta, las fotos, ¡Qué alegría!! No hay premio, ni podio, no te espera nadie, pero igual se te llenan los ojos de lágrimas y se esfuman los dolores, el cansancio y la alegría del logro te invade; 4.895 MSNM dice el cartel, 5.005 el altímetro, parece que miente a favor de su patrona.
La tandem apoyada en el cartel aguarda la bajada con todo su equipaje, casi todo fue utilizado, menos los repuestos, que parecen amuletos, no se usaron, pero están por las dudas, ejemplo vívido, los rayos y la llave que nos regaló Pocho de Atlántida, Uruguay cuando rompímos la rueda trasera en la subida del Pan de Azúcar en el Repecho de Ramallo y él la reparó; nunca más rompímos rayos. ¡Gracias Pocho!
A las 1510 emprendimos el descenso, soplaba viento y la temperatura era de 8º la euforia nos hacía sentir calor, ya disfrutamos de nuestro Aconcagua, ya hicimos cumbre, ahora a bajar…
A la consulta por “el abra del acay”
De Wikipedia, la enciclopedia libreEl abra del Acay se considera el paso carretero más alto del mundo sobre una ruta nacional, y se encuentra en la provincia de Salta en Argentina. Su altura máxima medida por GPS es de 5061 metros sobre el nivel del mar, aunque su cartel (antiguo) diga que su altura sea de 4968 msnm).
La National Geospatial Inteligence Agency http://www.nga.mil/ da una altura de 5.088 Para Sebastián Vázquez Zarzoso, Cicloturista Salteño, que cruzó dos veces el Abra, su GPS midió 4.972m. Nuestro Altímetro opinó que 5.005m era la información que debía darnos:
en el segundo viaje de Sebastián marcaba 4.971 mts. casi lo mismo que el anterior Consultando la Web por “la ruta más alta del mundo” La respuesta es:
De Wikipedia, la enciclopedia libre
La carretera del Karakórum es la carretera internacional más alta del mundo. Conecta China con Pakistán a través de las montañas del Karakórum. Conocida por los chinos como la "autopista de la amistad", atraviesa el paso de Khunjerab a una altitud confirmada de 4.693 metros sobre el nivel del mar.
O los metros de allá son distintos o la diferencia es que la ruta 40 es Nacional y la Karakorum es Internacional, pero 4.895 es más alto que 4.693
Continuamos con el relato. La bajada bastante áspera, mucho serrucho, ya no nos clavábamos en la arena pero sí derrapábamos, en 40 minutos bajamos 1.100 mts. Subió la temperatura, nos desabrigamos y seguimos disfrutando el avanzar sin pedalear, habíamos cargado suficiente energía cinética como para seguir gratis hasta el empalme con la ruta 51. Pufffffff se pinchó la delantera, al ratito nomás, una lajita, claro si los indios hacían puntas de flecha con ellas. Cambiamos cámara y seguimos, las manos y los brazos doloridos por lo desparejo del camino las derrapadas en las curvas, hay que ver que la tandem es como un semi remolque arrastra peso atrás y se cruza, resulta divertido, a los 20 minutos otra vez pufffffffff esta vuelta chau cámara, no importa total tenemos cuatro, cambiamos y seguimos, (seguimos bajando y pinchando)al rato, habiamos hecho 12 Km, reventó cámara y cubierta. Consulto con el Dpto. Repuestos y me informan que el stock era de 1 cámara y una cubierta Michelín en estado deplorable. Decidimos comer algo o sea almorzar, mientras armo la Michelín con un par de manchones y una banda hecha de cámara cortada para darle más agarre, tenía unos cortes y como era de Kevlar parecía que resistiría más que la otra que estaba casi totalmente destruída y finita, el único auxilio disponible era el 0800-GOOD (creo que no hacía falta molestarlo por esta estupidez). Inflamos y quedó como de fábrica rodaba muy bien y además era más ancha y especial para arena y este tipo de terreno era una Wild Gripper pura sangre. Almorzanos y apareció una Mitsubishi con una pareja, una niña y una beba, único vehículo que cruzamos desde La Quesera, en tres días, paran y nos ponemos a charlar, nos pidieron agua caliente y como estábamos calentando la comida juntamos agua del río la calentamos y les llenamos el termo, contentos que podían tomar unos mates nos ofrecieron llevarnos a San Antonio, muy agradecidos les dijimos que preferíamos disfrutar de la bajada y del paisaje a bordo de la bici. Seguimos el descenso, una maravilla sin pinchar y con mejor tenida, igual ibamos frenando para no correr riesgos de desbande de la delantera; a casi 4 Km de la ruta 51 encontramos un médamo que cruzaba la ruta un arenal enorme parecía la Bristol, casi 2 Km patinando o caminando. Pasó la ambulancia de Cobres y también nos ofreció llevarnos, nos costó más, mucho más decir que no. Ya de noche llegamos al cartel que anunciaba San Antonio 15 Km, pero… y el asfalto? Seguía el ripio, la 51 no tenía asfalto, era de ripio, más serrucho y ahora tráfico de camiones que pasaban bastante rápido. Prendimos las luces, las traseras son dos LED rojos de alta luminosidad y están separados 50 cm justo al borde de las alforjas, parece que se ven muy bien porque los camiones pasaban por la otra mano y se abrían antes dejando mucho espacio, las delanteras son dos de 6 y 8 LEDs blancos alumbran unos 80 a 100 mts. Se viaja cómodo, se vé bien. Refescó bastante, los 15 Km tienen subidas y bajadas, serrucho y también arena, muy divertido, volvimos a entretenernos saludando a los que venían de frente, haciéndoles guiño de luces, como siempre los únicos que respondían era los camioneros, uno pegò unos cornetazos que parecía un tren, a las 2310 vimos las luces amarillas de San Antonio de los Cobres, una pequeña subida más y la bajada hasta la hostería de las Nubes, Cantados de frío, hambre, mugre algo cansados (leer reventados), pero muy contentos. Bajé y fui directo al recibidor, me atiende una Sta. muy amable, que mientras pasaban los nanosegundos, su cara se transformaba en duda, preocupación, ¿algo de miedo?, mezcla de misericordia, terror, clemencia; pregunto si aceptan tarjetas, me responde que no, solo efectivo, le comento, que mi efectivo eran 28 pesos que veníamos del Acay y me dice: “Sr. Tomen la habitación, péguense una ducha, cenen, duerman, se reponen y mañana , sin apuro vá al cajero del pueblo y lo resuelve”. Así fue, al entrar en la habitación había un espejo, y… que hace el paisano, ¡se mira!! ¡Huuuyy! Y ese ¿Quién es? En ese momento entendí la cara de Beatriz la Gerente, una vez bañado, cosa que demoramos una hora y media, y eso que nos apuramos!, parecía de mejor familia y al otro día ni te cuento.
Al otro día… Nos levantamos bién temprano, eramos los primeros en desayunar, qué cosa el hambre y el sueño, (y en ese orden), repetimos y en definitiva nos sirvieron cuatro desayunos, luego salimos a pasear por SAC un pueblo minero típico, subimos al cerro, banco, telefónica, familia y amigos avisados, seguía la euforia del Acay, mañana será una aventura más. Emparchamos las tres cámaras y compramos más parches, trajimos 25 y el saldo eran 6, también dos cámaras, para cortar la racha, cortamos botellas de PET (las de gaseosa lisas), en tiras de 4 cm, las armamos entre la cubierta y la cámara, así nos dijeron los lugareños, que evitaríamos que las espinas pasen el plástico. De regreso a la hostería nos invitaron a cenar unas pizzas y nosotros preparamos unos Kartofel Puffer, cocinamos entre todos, realmente una fiesta, motivos el cruce del Abra y conocer gente linda, nos invitaron a quedarnos un día más y así fue al otro día conocimos el viaducto la polvorilla junto a Beatriz y al padre que nos llevaron muy gentilmente, al regreso conocimos a Miriam, Pablo, Graciela e Iván, eran Mendocinos y venían de Chile; a la noche nos invitaron a cenar, resulta que era el cumple de Miriam y lo festejamos con tortita y todo.
Martes 26, desayuno muy abundante, las caras tristes por la despedida, pero debemos y queremos seguir, la vida continúa y hay que pedalearla, fotos besitos, abrazos. Qué lindo que la pasamos en la Hostería de las Nubes!!.
Rumbo a Salta, 1020 hs. Lindo sol, fresco, subimos una cuesta, dimos una y otra curva y chau San Antonio, ripio y al costado la vía del tren a las nubes, almorzamos y seguimos el ascenso 400 mts para llegar al Abra Blanca, llegamos a los 4.080 MSNM la Apacheta, La Virgencita, fotos y al descenso directo a Salta, otra vez serrucho y piedras grandes, habíamos pasado carga atrás para alivianar la delantera y luego de unas horas a unos 50 Km la pendiente había mermado, estábamos llegando a Tastil cuando la explosión de la trasera, nos hizo parar, al revisarla reconocimos la imposibilidad de continuar, se había partido el labio de la llanta y cortó la cubierta, pensamos poner un manchón, envolver la cubierta con cámara cortada, pero la llanta sin labio no resistiría el peso, estaba muy gastado el otro labio y se había doblado la base por la tracción de los rayos, amen la rueda era un ocho y 70 libras ese arreglo no las aguanta. Conclusión: siendo las 1720 haremos dedo un rato y luego armamos la carpa y al otro día a las 0700 pasa el Quebradeño (Bus local).
¡Viene un Camión, nó es el Movitrack ¡! (un camión carrozado como bus para excursiones) A las señas responde parando una Suzuki Vitara, nos presentamos y en el dialogo surge el porqué se rompió la llanta, las frenadas de las tremendas pendientes del Abra del Acay y ahora el remate, la del Abra Blanca, Raúl, el dueño de la Vitara, dice: “yo no dejo colgado en la ruta a dos que cruzaron el Acay!” Así que arriba, metamos las alforjas adentro, atemos la bici a la rueda de auxilio y vamos a Salta. Una vez en la ciudad, más relajados combinamos para cenar juntos y festajar el auxilio exitoso, Coti y Raúl son de Gral. Roca, Rio Negro, Raúl había cruzado el Acay en moto, y sigue haciendo turismo con su Transalp, suerte que esta vez venían con la Suzuki!. Al día siguiente fuimos de shopping a las bicicleterías del centro, compramos dos cubiertas nuevas una Michelín Wild Gripper y una Maxxis Ignitor, llanta nueva y a trabajar, cambio de los 4 patines de freno traseros, lleva doble Vbrake, aunque los habíamos cambiado en Cobres, los del lado de la rotura habían volado, regulamos cambios
Salimos el miércoles 29 de setiembre a las 1215 hacia el Norte por el camino de cornisa, almorzamos al salir de la ciudad en un puesto de empanadas, justo a pocos kilómetros de empalmar la ruta vieja, el camino es angosto y muy pintoresco,
va zigzagueando al costado de la montaña, después de tres horas de pedal entramos en La Caldera un pueblo hermoso de casas coloniales muy bien mantenidas, paseamos y conocimos a Mónica y Horacio, periodista y camarógrafo, que nos estaban buscando para hacernos una nota, por el cruce del Abra del Acay, dándole más protagonismo a Eli por ser la primer Mujer Argentina en cruzar a bordo de una Tandem. Era para el canal 2 del cable de Salta. Al atardecer nos arrimamos al camping, armamos el igloo, comimos y a descansar.
Día siguiente partimos por la cornisa hacia la yunga, parece la selva, fuimos subiendo hasta llegar al Abra Santa Laura, límite entre Salta y Jujuy allí almorzamos en unas mesitas de la ruta. Luego después de unos 14 Km, al bajar, una serie de piedras sueltas (parecían del tamaño de una gallina) que estaban en el medio del camino después de una curva, logré esquivarlas pero al derrape rocé una y golpeó el cambio y se rompió, lo desarmamos y con una piedra, a modo de martillo, en una tranquera, pudimos enderezarlo y atado con alambre resultó que funcionaba aceptablemente para la ocasión, andaban 4 de los 8 piñones, suficiente, nos llevó a Jujuy donde compramos uno nuevo, durante el paseo por la ciudad. Sabíamos que el Sábado y Domingo se hacía la fiesta de la Vírgen del Rosario en Iruya, como intentamos no pedalear dos veces el mismo camino, decidimos ir en bus, así llegaríamos a tiempo para la celebración y al regreso pedal y garra. El viernes viajamos en el bus local de la empresa Evelia que nos cargaron la tandem sin desarmar, entra justa a lo ancho de la bodega, al llegar a Humahuaca, paseamos almorzamos y compramos boletos para el bus a Iruya, más chico, con porta equipaje arriba, muy parecido a los centroamericanos que llevan gallinas y chanchitos, nos advirtieron, en la boletería que estuviéramos 15 minutos antes de las 16 hs. Que era el horario de partida, para cargar la bici. Fuimos de recorrida por el pueblo y a las 1520 pasamos por la Terminal y vimos al micro con el portaequipaje lleno de bolsos, así que nos arrimamos y nos dijeron que cargaramos todo que yá salía subimos la tandem entre cuatro la atamos bien y no bien bajé del techo subimos al bus y salió nomás, la explicación fue: “hay gente esperando desde muy temprano” pero… el horario de salida es 1600 y son las 1530. “Donde fueres haz lo que vieres”, no es el horario el que manda si los pasajeros llegan temprano, el micro sale antes, ¡que tal!, luego de 76 Km de camino muy angosto y precipicios que son más agradables en bici que en bondi, en especial ése bondi que cantaban los cambios, tintineaban los paliers, y escupía piedras al vacío en las curvas, con unas cubiertas que parecían haber rodado desde la inauguración del camino, pero, todo esto con gran habilidad por parte del chofer, que no dejó de mascar coca en ningún momento. Al llegar al Abra paró 5 minutos, el rito de las piedritas en la apacheta, la oración a la Virgencita esta vez la realizó todo el pasaje. Peor resultó la bajada, en cuanto a camino, porque el conductor hacía las maniobras con suficiente precaución y la solvencia de conocer cada piedra del lugar. Llegamos a Iruya estaba a tope desbordaba gente por todos lados, peregrinos de otros pueblos, turistas de diversas partes del mundo, un mercado armado con carpas en el lecho de río seco, hasta la época de las lluvias que comienzan en noviembre, la fiesta y el baile duraban hasta el lunes.
Luego de disfrutar una hermosa muestra de fé en un pueblo que no teme expresar sus creencias y tradiciones con alegría emprendimos el regreso, con el acostumbrado ascenso rumbo al Abra de los Cóndores 4.000 MSNM, una altura ya conocida, no por eso menos embromada, el clima resultó fresco, había nubes blancas, típicos Estratos Cúmulus no se veían Lenticulares ni Cúmulus Nimbus, subimos hasta la meseta, a una altitud de 3.500 mts. Almorzamos y tomamos unos atajos que suben más empinado, se llaman cortaderas, evitan las subidas en zigzag, acortan distancia. Utilizamos tres, las otras dos eran imposibles de trepar, parecían paredones, las usan para bajar, a medida que nos arrimábamos al Abra se nublaba más y en el último tramo, la típica cornisa con sus precipicios, nos cruzamos con Beatriz y Ricardo que viajaban hacia Iruya, con los padres de Ricardo y la hermana, nos volveríamos a ver a su regreso. Comenzamos a ver Cúmulus Nimbus, con rayitos y truenos, luego el viento aumentó y se hizo frío, nos abrigamos más y como faltaba muy poco apuramos la cadencia y llegamos por fín arriba, esta vez fue rápido piedrita, rezo, foto y a bajar ya chispeaba, pero chispeaba en serio, unos relámpagos muy fuleros, mucho viento y la llovizna helada auyentában a cualquiera. Todo negro daba la impresión que se caería el cielo mismo, y ahí tan cerquita. Bajamos muy pero muy rápido, casi en un suspiro aumentó 10° la temperatura, paramos a desabrigarnos y de paso fotografiamos unos guanacos, con 10° de temperatura real hacía calor, era la falta de viento. Continuamos y llegamos a Rodeo, luego a Iturbe, ya oscurecía, arribando a la ruta 9 ya de noche, nos volvimos a cruzar con Bea y Ricardo, que nos ofrecieron llevarnos las alforjas hasta Humahuaca, la respuesta fue; “ muchas gracias, pero van con sobrepeso y nosotros vamos en bajada, con luces prendidas, a disfrutar bajar por asfalto con muy poco tránsito; al rato pasamos una camioneta que llevaba leña y después de varias curvas apareció una recta larga y con bajada, como de 6 o 7 Km , parejita, linda, consulto con el stocker, mi compañera de popa, si estaba de acuerdo en hacer bajada libre, respondió: “el asfalto está bueno, no hay transito y la luz alumbra de maravilla, dale nomás, que tengo hambre”, el placer de no pedalear es un vicio, mezclado con el vientito de la velocidad en la cara, más el vértigo, la hiperoxia, (aumento del Oxígeno por el descenso) se convierte en un mix muy interesante, nos devoramos la recta, en menos de 5 minutos y a poco ya vimos las luces de Humahuaca.
La rutina de siempre, baño, cena y con el café reviso la ciclocomputadora de Eli, que tiene acumuladores de máxima, promedio, etc. En la máxima decía: 82,4 Km/h!! no solo superamos nuestro record de altura anterior de 4.320 MSNM, en el cruce de los Andes (Cristo Redentor marzo 2006), sino también la velocidad que fue de 77,7 Km/h igualmente en el mismo cruce pero a la bajada por los Caracoles Chilenos.
Al dìa siguiente seguimos hacia Jujuy, por ruta 9 todo asfalto, señal de celular, tráfico, en fín de regreso al mundo, llegamos a Uquía hermoso pueblo con su iglesia colonial, yo empiezo a sentir decaimiento y la típica sintomatología de la deshidratación; intento reponer electrolítos, tomo más agua, almorzamos lechuga, cebolla, tomate, queso y cerveza en Huacalera, sobre el atrio de la iglesita, también de la época de la colonia, con su techo de Cardón. A la sombra de su arboleda descansamos un rato y luego continuamos hasta Tilcara, recorrimos el pueblo, conocimos el Pucará y nos fuimos a hidratar a una cervecería de la plaza principal; para el atardecer mi deplorable estado físico dejaba mucho que desear, decidimos regresar a Salta en micro, total Jujuy – Salta ya lo habíamos pedaleado, nos perderíamos Purmamarca que resulta excelente excusa para volver otra vez. Nuevamente nos cargan la tandem sin desarmar, nos pusimos a charlar con el inspector del micro Tomás, que era oriundo del lugar y al llegar a Jujuy nos consiguió pasajes para Salta, esa misma noche. Sólo la bici y Eli llegaron enteras, yo estaba destruído, pensaba ojalá no sea un enterovirus de ser así aquí se acaba el viaje, llegamos al hostel Inti Huasi porque estaba a solo 3 cuadras de la terminal me tiré en la cama y no recuerdo más mada.
Próximo día, MIRACOLO!!! Amanecí nuevo, gracias a Dios no era un virus, como si nada, pero igual nos quedamos un día en Salta para acomodar todo, total llovía, el único día de tormenta, jueves 5 de Octubre; cambiamos patines de freno, regular cambios, revisar y lubricar todos los movimientos ya que nos faltaban casi 600 Km más hasta Tafí Viejo, Tucumán. Esa tarde vinieron Mónica y Horacio para terminar la nota, les dimos copia de las fotos que teníamos hasta el momento, nos acostamos temprano, luego de una buena cena, por supuesto. Próximo tramo Salta, Cafayate, Tucumán.
Después de un buen desayuno, rumbo al Sur y con la esperanza de cruzarnos con Turu y Coco dos amigos de Mardel que habían hecho el Abra del Acay desde San Antonio y volvían a Salta por el Carril, contábamos con 60 Km de posible encuentro, en la ruta 68, más o menos las fechas daban, fuimos mirando pero al dejar el cruce por popa, nos dimos cuenta que nos veríamos en nuestros pagos. Llegamos a Guachipas a la tarde, paseamos, visitamos el museo aborigen, la Virgencita movediza, pinturas rupestres y después de 99 Km hechos en 4 horas y pico, al camping al ritual de mantenimiento: baño, cena y descanso.
Al día siguiente partimos por el camino de tierra, ripio y arena que desemboca en el Cristo y luego de unos vados por el valle de Lerma, cruza el río, que después de trepar un murallón de arena, termina en Talampampa,
A pocos kilómetros, ya por asfalto llegamos a Alemanía, un pueblo “Fantasma” “lleno de Hippies”, en realidad una ex estación ferroviaria con artesanos macanudos que trabajan y disfrutan de un lugar tranquilo y apacible. Algunas subidas y bajadas, mucho calor, La Garganta del Diablo, El Sapo, El Fraile, todas formaciones rocosas, que yo creo, las puso Diosito para entretenernos, porque se hace largo son 124 Km sin nada, ni siquiera un Mc Locro. Luego de cruzar Los Medanos llegamos a Cafayate a las 2330 hs. Bien cansados y con hambre, paramos en la hostería del ACA. Desayunamos temprano, pedaleamos hasta Los Quilmes, la comunidad aborigen nos recibió con alegría compartimos agua, miel y dulce de membrillo, seguimos hasta Amaicha e hicimos noche en Tafí del Valle, comienza allí el verde típico y la hermosa bajada de la quebrada de los Sosa, 38 Km sin tocar los pedales, baja entre la selva, a la vera del río Blanquito, un paisaje precioso, diferente, almorzamos al costado del camino al ladito del agua y seguimos rumbo a Tafí Viejo, pasando por Famaillá, Lules por el costado de la ciudad de Tucumán hasta la ruta 9 para arribar a nuestro destino final después de 146 Km; ya en Tafí Viejo, a las 22 hs dimos por terminado nuestro ciclo raid por las nubes, nos bañamos y pusimos pilchas de ciudad en nuestros molidos, pero felices cuerpos y nos dedicamos a disfrutar de la hospitalidad de los lugareños, esta vez también parientes.
Estadísticas
• Total Días 34
• Viaje en bus 2
• Estadía 32 pedaleo 20 promedio de Km/día 70
• Km recorridos 1.403 Promedios diarios de 4 8 25 70 y 150 Km
• Alturas
• Cuesta del Obispo 3.348 MSNM
• Abra del Acay 5.006
• San Antonio de los Cobres 3.800
• La polvorilla 4.400
• Abra Blanca 4.080
• Abra Santa Laura 4.020
• Abra del Condor 4.000
• Infiernillo 3.000
• Temperaturas extremas Max 45º Chicoana a la sombra
• min 15º Bajo cero Campamento en el Acay a 4.500msnm en la carpa -6º y dentro de la bolsa de dormir 17º
• Noches 7 carpa
• 25 Hotel, hosteria hostal o casa de familia
• Velocidad max 82 km/h bajada a Humahuaca desde Iruya
• SIN CAÍDAS en toda la travesía
• Equipaje peso total 64 Kg
• Incluye: Igloo, colchón inflable, bolsa de dormir,
• Herramientas, repuestos, hornillo, marmita, vìveres para tres días, ropa de abrigo, 8 – 10 Lts. De agua.
• Peso del Tandem 18,800 Kg. (no incluído en los 64)
Elizabeth y Guillermo
fotos de la Cuesta del Obispo
Presentación del Tandem, alforjas atrás y adelante, cuadro de Aluminio 7005 casero mountain bike, equipo Shimano Acera, cubiertas Michelin Wild Gripper.
después de éste viaje cuenta con 14.231 Km
Etiquetas:
Fotos de La Cuesta del Obispo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)